sábado, 22 de agosto de 2009

"La Usina" y una acción para cambiar la relación con la discapacidad


Por Laura Cabrera

La organización lanzó una fuerte campaña para generar conciencia sobre el respeto y la ayuda necesarios en el área. Por TV, radio y gráfica, ya se puede ver la iniciativa, resultado del concurso nacional “Creando el cambio”.

La organización de la sociedad civil (OSC) La Usina lanzó una campaña para promover la concientización de la población sobre el respeto y la ayuda hacia las personas discapacitadas. El proyecto fue el ganador del tercer Concurso Nacional de Campañas Creativas sobre Discapacidad “Creando el Cambio”, organizado por La Usina en 2008.
La OSC lanzó en marzo del año pasado ese certamen orientado a los estudiantes universitarios de las carreras de comunicación, diseño y publicidad de todo el país. La idea consistió en que los alumnos presentaran sus proyectos en grupos, para promover también el trabajo en equipo, algo significativo e importante para generar un cambio.
El título del concurso fue “Un día en la vida de una persona con discapacidad” y el objetivo consistió en que los participantes logren “transmitir a la población el verdadero significado de la solidaridad para construir una sociedad diversa y plural”.
La Asociación recibió 49 proyectos, de los cuales se preseleccionaron 10. Luego de una actividad conjunta entre la asociación y los participantes para ajustar algunos puntos de los proyectos, se volvió a realizar una elección de la que salió el grupo ganador. Así, el jurado eligió el trabajo de Gonzalo Juri y Mariana Lijalad, estudiantes de la Universidad de Ciencias Empresariales y sociales (UCES).
La directora general de La Usina, Beatriz Pelizzari, aseguró en diálogo con AUNO-Tercer Sector que “los dos ganadores se comprometieron mucho con la organización: Gonzalo donó su parte del premio a la ONG. Están trabajando comprometidos para que la campaña llegue a todos lados”. Y destacó que La Usina es “una organización pequeña con siete años de trabajo, para la cual es muy importante tener una campaña de concientización a nivel nacional”.
El proyecto de este año fue sustentado por empresas, y cuenta con un spot publicitario para televisión y radio, una postal, publicidades gráficas y un flyer para publicidad masiva. Los afiches se pueden ver, por ejemplo, en las estaciones de trenes de la Ciudad de Buenos Aires.
La campaña tardó nueve meses en salir a la luz y contó con la participación de estudiantes, personas con capacidades diferentes (que trabajaron en las publicidades), organizaciones, sponsors y un jurado. El resultado fue un producto destinado a promover la valoración de las diferencias y el reconocimiento del otro como par, con las mismas necesidades.
Pelizzari reveló que “la elección de los ganadores no fue fácil”, ya que el jurado (compuesto por especialistas de diferentes áreas de la comunicación y miembros de La Usina) examinó tanto el contenido de las publicidades presentadas como el mensaje a transmitir. Pero para la OSC lo más importante fue seleccionar un proyecto que deje un espacio reflexivo a la población.
La Asociación no hace distinciones en cuanto a las capacidades, sino que trabaja sobre la concientización desde varios aspectos, a modo de cooperación con otras ONG similares que vuelcan su labor en la lucha por los derechos y la salud de esta población.
“Con esta campaña no sólo se intenta reflejar el trabajo que realiza La Usina en materia de concientización; nuestra idea está centrada en el concepto de cooperación y no de competencia. Buscamos generar un escenario favorable para que nuestros colegas tengan mayor aceptación”, Pelizzari.
Con una campaña en la calle y con la idea de sensibilizar y concientizar a cada uno como individuo y, bajo su lema de “lograr el cambio mediante la reflexión” de la sociedad, la organización ya piensa en el lanzamiento de un nuevo concurso para el proyecto que se iniciará en 2010.

Cómo contactarse:
La Usina
Viamonte 1690, PB "A" (C1055ABF) Ciudad de Buenos Aires
4372-1266
Publicado en AUNO- Tercer Sector 21/08/2009

http://www.auno.org.ar/leer.php/5307

lunes, 17 de agosto de 2009

Un Día del Niño solidario y con aroma a chocolate en Guillón








Por Laura Cabrera


El Movimiento Despertar realiza una colecta de ropa, útiles escolares, juguetes y alimentos para chicos de un centro vecinal. Una muestra de las numerosas campañas que se desarrollan por la fecha en todo el país.


Bajo la consigna “Dona un juguete, haz un corazón feliz”, el Movimiento Solidario Despertar lanzó una colecta de ropa, útiles escolares, juguetes y alimentos para repartir en el Día del Niño a los chicos que concurren al Centro Vecinal Ositos Cariñosos, de Luis Guillón. Además de este primer objetivo, la agrupación que se formó hace un mes proyecta más campañas para generar “una cultura solidaria y participativa”.
Los miembros del Movimiento se autodefinen como “un grupo de jóvenes comprometidos con la sociedad, a fin de lograr cambios positivos en las personas, y encaminarlos hacia una mejor calidad social”. Gabriela Martins, Alan Rius, Pamela Artia, Javier Díaz y Corina Toloza son cinco amigos con ganas de generar un cambio.
El grupo decidió que este año llevará a cabo la celebración del Día del Niño en el Centro Vecinal Ositos Cariñosos, de Luis Guillón. Desde allí, Nancy, coordinadora del espacio, les da el almuerzo a 150 chicos del barrio, con realidades familiares complicadas por el flagelo de la pobreza.

A través de cartas entregadas personalmente a los comercios de la zona, vía correo electrónico, carteles en la red social Facebook y mediante el clásico boca en boca entre amigos, la agrupación está cada vez más cerca de devolverle la celebración del Día del Niño a una población infantil que carece de necesidades básicas.

La fecha elegida es el próximo 15 de agosto, día en que se realizará una chocolatada para los chicos del barrio, y se repartirán los juguetes, entre otras donaciones realizadas por la comuna. Para que esto sea posible, el Movimiento recibirá el aporte de la sociedad hasta el viernes 8.

“La idea de hacer una chocolatada o de regalarles un juguete es muy importante porque hoy la palabra niño no existe. A los doce años están enmarcados en una sociedad que no los ayuda y que los trata como adultos, pero en realidad siguen siendo niños”, reflexionó ante AUNO-Tercer Sector Alan, quien también comenta por experiencias anteriores que estos chicos al recibir un regalo se quedan esperando qué se les va a pedir a cambio, clara señal de la falta de atención y el desarraigo de su calidad de niños.

A pesar de que en esta oportunidad los jóvenes se presentan como grupo, ya realizaron una experiencia similar en la que obtuvieron buenos resultados. Es por esto que vuelven a hacerlo, pero con la idea de seguir su trabajo en la sociedad, entre aquellos que necesiten ayuda.

El proyecto surgió de una charla en 2008 entre algunos de los actuales miembros de Despertar. En ese momento la idea fue realizar una colecta de juguetes para el Día del Niño, pero no darle continuidad a futuro. El resultado fue una celebración en la cual entre payasos, actividades recreativas y una merienda, 120 niños recibieron obsequios.

Firmes y comprometidos para llevar a cabo su primera tarea, también se animan a pensar en contagiar sus ideas a más jóvenes, con proyectos que involucran campañas de prevención y concientización en materia de salud, para los barrios más carenciados. Pero a la hora de soñar con proyectos más ambiciosos, hablan de fundar un hogar para niños, seguir creciendo como ONG, y hasta se atreven entre risas a soñar con que “todo el mundo ayude”.

Cómo contactarse:

Movimiento Solidario Despertar

Javier Díaz: 1565097390
http://www.auno.org.ar/leer.php/5283
Auno - Tercer Sector
05/08/2009

Piuquén: una organización en el corazón de un asentamiento





Por Laura Cabrera

En Longchamps, un centro comunitario se convirtió en la columna vertebral del barrio 14 de Febrero, en un predio tomado. AUNO-Tercer Sector entrevistó a la coordinadora de la iniciativa que representa la lucha de 300 familias por un hogar digno.
Piuquén significa “el meollo de la cuestión” en idioma quechua. No es casualidad entonces que la casita del centro comunitario que lleva ese nombre haya sido la primera en instalarse en el predio que hoy, a 5 meses de su creación, es el barrio 14 de Febrero de Longchamps. Eso representa: el corazón de la comunidad, el inicio de la lucha y resistencia de 300 familias.
Nora Pereyra es la coordinadora del Centro Comunitario Piuquén. Junto a 20 compañeros lleva en alto la bandera de la igualdad y recorre las líneas que demarcan las futuras calles del barrio 14 de Febrero para ayudar a los vecinos a organizarse. También para detectar e intentar cubrir las necesidades emergentes.
En diálogo con AUNO-Tercer Sector, Nora asegura que Piuquén es el ejemplo de lo que se puede hacer mediante la organización, y se emociona al ver que a cinco meses de la creación, se lograron importantes avances con la comunidad. Parada frente a la casita que la organización tiene en el predio, cuenta cómo fueron los inicios, y las problemáticas con las que se encontraron. A pesar de todo, asegura que aún queda mucho por hacer y, con la misma confianza, afirma que van a lograr todo lo que se proponen. “Me emociona ver el barrio después de cinco meses, recorrerlo y encontrar a todos trabajando como hormiguitas”, revela.

-¿Cuándo entró Piuquén al barrio?
- Nosotros comenzamos a trabajar aquí el 17 de febrero, cuando la gente del barrio solicitó nuestra ayuda para poder organizarse. Eran momentos difíciles porque en ese entonces la policía reprimía a las 20 familias que habían ingresado. Nosotros resistimos con ellos. Llegamos a armar un puesto en la vereda, en aquellos tiempos en los que se logró despojarnos de las tierras. La casita de la organización fue la primera que se instaló. Decidimos poner esta casilla como un “anzuelo”, vimos que no hubo problemas con su aparición, y al otro día empezamos a levantar las casas de las familias que estaban en la vereda. Así se hizo: se puso esta casita, no pasó nada y pusimos más.
-¿Contribuyeron a la formación del barrio?
-En cierta forma sí. Nosotros tenemos un centro comunitario acá a dos cuadras y con los compañeros veníamos hablando con el municipio desde hacía un año, y pidiendo los datos catastrales de las tierras abandonadas de la zona, porque nosotros veíamos que en el barrio había hacinamiento, que las familias crecían y no tenían un lugar para vivir. Detectamos casos terribles de necesidades básicas.
-¿Cuál fue la respuesta?
-El intendente no nos escuchó, y nosotros estábamos avisando que la situación era una bomba de tiempo, y así fue como estalló. Acá no se planificó nada, nosotros avisamos lo que pasaba, el problema de fondo no se solucionó. Y ahora acá estamos. Son los mismos delegados de manzana los que hacen los censos. Este barrio no está reconocido por nadie, y sin embargo nosotros presentamos los censos que realizamos a la población del barrio, para que vean que sí existen y que son personas con derechos, ¡No son virtuales!
-¿De qué manera lograron la organización de 14 de Febrero?
-Comenzamos con la propuesta de asambleas abiertas en las que hacíamos participar a todo el barrio. Allí fue donde se votó el nombre de las calles, por ejemplo. Tratamos de que participen todos y la respuesta fue positiva. Primero planteamos la organización del barrio, y así surgió la elección de los delegados de manzana. Ellos se encargan de detectar los problemas que luego se tratan en las reuniones. Somos 20 compañeros de base. Los de la comisión organizadora se encargan de del trabajo de campo, cada uno se ocupa de una manzana pero si ven conflictos en otro sector que no les pertenece, llaman a la comisión y desde allí se informa, es una actividad conjunta. Tratamos de ser democráticos y horizontales, porque venimos de una cultura bastante complicada como para tener que imponerles cosas.
-¿Qué tipos de talleres brindan a la comunidad?
- Tenemos clases de repostería, de porcelana fría y de electricidad en diferentes casillas del barrio. También damos clases en la otra casa que tiene Piuquén acá a tres cuadras. Allí organizamos las asambleas de la Comisión Organizadora del Barrio con los subdelegados. En cuanto a actividades surgió algo con la gente del Club de Rugby Lomas, que tiene su campo de deportes acá al lado. Ellos tenían cierto prejuicio hacia nosotros porque nos veían como una amenaza. Nos sentamos a hablar, les comentamos las necesidades, nuestros proyectos y ellos tomaron otra postura. Ahora quieren ayudarnos. Nos ofrecieron enseñarles el deporte a los chicos, porque acá la única diferencia entre nuestros niños y los del club es que los nuestros están mal alimentados, pero pueden hacer un deporte como cualquiera. También nos van a ayudar a hacer el salón de usos múltiples. Toda la ayuda que nos van a dar tiene que ver con fortalecer a nuestros pibes.
-Además de que las familias no cuentan con los recursos básicos de alimentación, tampoco tienen los elementos necesarios como para poder cocinar, ¿qué medidas tomaron con respecto a este tema?
-Desde que empezamos con el tema del loteo, cada familia trata de solucionarlo por sí misma, pero Piuquén y el Centro Cultural FOL ayuda en la alimentación a partir de lo que llamamos fogones. También brindamos a las familias la leche y alimentos para la merienda de los chicos. Tenemos un merendero adelante que funciona 3 veces por semana (no tenemos recursos para abrirlo todos los días), pero lamentablemente no podemos entregar más que eso, porque no recibimos ayuda del municipio. Los aportes vienen de 500 familias que aportan dos pesos, y con eso compramos lo que se necesita. También nos hacen donaciones: la última fue de zapatillas para los chicos del barrio.
-¿Qué tareas realizan con la población infantil?
- En este momento cubrimos la parte de salud gracias a dos médicos que nos ayudan “de onda”. Ellos detectan casos de enfermedades. Acá hay chicos mal alimentados, con familias problemáticas y debemos comenzar un trabajo fuerte de campo. Ahora estamos haciendo censos de todos los niños por el tema de las escuelas. Estamos trabajando sobre ello, y si la gente del Ministerio no prepara las escuelas de la zona, nosotros queremos que se construya una en este barrio, para nuestros pibes. Pero no es el único problema, necesitamos un jardín de infantes, una escuela y una unidad sanitaria porque aquí no hay. No sólo para 14 de Febrero sino también para Las Lilas y Los Altos, otros barrios con el mismo problema. Todo esto salió del censo educativo que están haciendo los delegados de la Comisión por manzana.
-¿Qué otras tratativas realizan con el municipio en beneficio de 14 de Febrero?
-Estamos tratando con el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, la creación de un banco de tierras del municipio, para detectar las zonas rurales y las zonas rurales urbanizables como ésta. Porque estos son macizos rurales en los que se debe lograr la ley de expropiación para que se los reconozca como tierras urbanizables. Y acá tenemos muchas zonas rurales que se pueden utilizar para la cosecha y, de ser blanqueadas traerían trabajo a los vecinos y generarían la posibilidad de emprendimientos para esta comunidad.
-¿Cómo ven al barrio desde aquel inicio hasta hoy?
- Todo esto que veo acá me emociona, porque no se cobró vidas. Logramos esto con sacrificio y entrega. Esto es un símbolo de la lucha, el compromiso y sobre todo, de la resistencia. Porque la policía jugaba al desgaste, pensaba que nos íbamos a rendir y que abandonaríamos la tierra. Además, es muy lindo ver a los jóvenes realizar tareas para el crecimiento del barrio. Al principio ellos fueron resistidos por la comisión organizadora, pero después se dieron cuenta de que manejaban otros códigos y que tenían ganas de movilizarse. Hoy cualquiera que tenga una necesidad habla con ellos, porque siempre están dispuestos a ayudar. Creo que este barrio significó el ejemplo de lo que puede la organización, de lo que se puede hacer cuando todos nos unimos para lograr un bien común. En nuestro caso, logramos y avanzamos mucho. En mi caso particular, los compañeros de Piuquén son mi orgullo.
http://www.auno.org.ar/leer.php/5231

Auno - Tercer Sector
14/07/2009

Por una infancia revalorizada, se unen cuatro agrupaciones de Longchamps




Por Laura Cabrera (Fuente: www.auno.org.ar)


Mientras busca terminar la construcción de su sede, la OSC La Vieja del Andén trabaja con tres grupos que combinan la murga con los juegos para que los chicos de esa localidad bonaerense cumplan su rol de niños.


La Vieja del Andén continúa su lucha por una niñez digna. Con el objetivo de generar un aporte cultural y educativo para los chicos, la organización de la sociedad civil (OSC) trabaja con tres grupos que mezclan la murga con los juegos y la ayuda escolar en la localidad bonaerense de Longchamps, lugar en el que se esfuerzan para terminar la construcción de su sede.
Abocada al objetivo de revalorizar la niñez, la OSC vincula a tres organizaciones que complementan en forma recíproca sus actividades: Los Monchos Murgueros, Grupo Cultural Al Borde y Espacio Puertas Abiertas. Además, la organización sigue en busca de la sede propia, que ya cuenta con paredes pero necesita la construcción del techo para trabajar desde allí.
Alrededor de 30 chicos se reúnen los sábados en la estación de Longchamps para jugar y divertirse al compás del aprendizaje y la idea de cumplir su rol de niños. A pesar de que la OSC comenzó hace 15 años su labor con los chicos que transitaban las estaciones del tren, hoy la realidad y la falta de un espacio físico apto para las actividades, le impide focalizarse en esta problemática. Es por eso que la agrupación trabaja por ahora con los niños del barrio, pero asegura que la construcción de la sede será el pie para volver a rescatar a los jóvenes de la realidad de los andenes.
La idea central de La Vieja del Andén y las tres organizaciones que trabajan con ella es aportarles a las familias herramientas útiles para su desarrollo. Su labor no cuenta con el apoyo del Gobierno nacional, ni municipal. Todos sus logros son el resultado de la solidaridad y el apoyo de la gente que los conoce y sabe lo que hacen por la educación y la recreación, tan necesaria en la infancia.
Los Monchos Murgueros se definen como “un espacio de creación, resistencia y vida”. Más allá de ser un grupo de murga, realizan actividades de integración y apoyo escolar para los niños. Por su parte, Espacio Puertas Abiertas es un grupo de murga que trabaja en un terreno de Glew con chicos de los alrededores, y además lleva adelante un proyecto radial. La tercera organización es el Grupo Cultural Al Borde, que trabaja desde una perspectiva artística con los barrios.
“Nosotros hacemos todo a pulmón, apuntamos a que los pibes tengan un espacio para recrearse. Por eso tratamos con los chicos y sus familias, para que nos conozcan y sepan la tarea que realizamos. Hay que escucharlos y ver si le podemos dar una mano para que ellos sepan cuáles son sus derechos”, aseguró en diálogo con AUNO-Tercer Sector Luis Aranda, miembro de La Vieja del Andén.
A pesar de llevar a cabo sus actividades sin impedimentos, la agrupación necesita terminar la construcción de la sede para trabajar con mayor libertad, y contar con espacio para más chicos. Desde el inicio de la obra se levantaron las paredes, pero por falta de materiales no se pudo hacer el techo.
Ahora el objetivo es conseguir los insumos para techar el salón. La idea es finalizar la construcción de un salón de uso múltiple y un baño. Aranda aseguró que “los avances de la obra están a la vista y por eso los vecinos ayudan con materiales y la difusión de la actividad”. Y expresó que “siempre hay alguien que se entera por el boca a boca, o a través de radios y medios locales”.
El espacio no está, pero los miembros de La Vieja del Andén ya sueñan con el día en el que puedan volver a transitar los andenes en busca de chicos con ganas de ocupar su rol de niños. Esa es la tarea: resaltar los valores de la niñez, enseñar y ayudar, mediante el ritual del juego.

Cómo contactarse:

Auno - Tercer Sector
29/05/2009

El Grupo Puentes se expande en Esteban Echeverría



Por Laura Cabrera (Fuente: www.auno.org.ar)


La organización sumó talleres de inserción laboral al programa de becas “Hoy por ti”. Sus organizadores contaron a AUNO-Tercer Sector los planes para diversificarse y llegar a más instituciones.


El Grupo Puentes continúa su apuesta por la formación universitaria de los jóvenes de Esteban Echeverría. Este año, al proyecto de becas “Hoy por ti” se le suman talleres de inserción laboral en la Escuela Nº208 de El Jagüel, institución en la que comenzó la gratificante tarea de ayudar hace ya casi 6 años.
Este año la novedad a la labor que ya se realiza es el lanzamiento de un taller destinado a la inserción laboral de los alumnos, para que tengan la posibilidad de crear su perfil y resaltar sus habilidades, y puedan encontrar cuál es su vocación. La coordinadora del proyecto, Mercedes Mones Cazon, asegura que en barrios como El Jagüel, con sus dificultades económicas, difícilmente los jóvenes puedan estudiar porque a veces les resulta muy necesario trabajar. Es por ello que decidieron realizar capacitaciones en esta zona.
La OSC comenzó sus actividades en 2003, con los directivos de la escuela Nº208. El propósito por aquellos años fue realizar un trabajo de campo en la institución para saber cuáles eran las posibilidades de los alumnos, pero con el pasar de los años la directiva fue demostrando dedicación y preocupación por los estudiantes. Ese fue el punto del cual partió la organización para iniciar una selección de alumnos que serían becados para comenzar a estudiar la carrera deseada.
“Es un programa joven, crecemos junto a los chicos y los acompañamos durante su vida universitaria. Este año hay dos chicas que ya van a terminar sus estudios: serán las primeras egresadas”, detalló Mercedes Mones Cazon en diálogo con AUNO-Tercer Sector, y punutalizó que “la idea es diversificarlo para trabajar más adelante con más instituciones y más becarios”. Durante los seis años de colaboración con la institución puede verse un camino positivo, ya que de aquellos seis primeros alumnos que obtuvieron la beca, se creció a 12 en la actualidad. Mones Cazon asegura que la cantidad de becados es mayor porque ahora los alumnos ven más posibilidades de imaginarse en la universidad: “Al principio la convocatoria no fue muy grande porque los chicos estaban ajenos al mundo de la universidad debido a sus realidades familiares y sociales, y la idea de acercarse a una universidad era casi impensada”, afirmó la coordinadora del programa de becas.
El proyecto no determina cuál será la carrera que deberá seguir cada becado. Eso depende de las ganas de cada joven. Para colaborar en esta elección, la OSC trata de orientar vocacionalmente a los chicos a través de talleres y un seguimiento permanente. Una vez seleccionada la carrera, cada becado es acompañado por un tutor del voluntariado que se encargará de brindarle apoyo educacional e incentivo ante los posibles altibajos de la carrera.
Además de las becas y el taller que se lanzó este año, el Grupo Puentes realiza otras actividades en varias instituciones. Organizan talleres de metodología de estudio, informática, apoyo escolar y, para lograr que los jóvenes tengan nuevas experiencias culturales, realizan salidas recreativas a museos y otros sitios relacionados con la cultura y la educación.
Mones Cazon percibe que cada vez hay más gente que quiere estudiar y su situación económica se lo impide. Esto lo ve reflejado en los pedidos individuales de la población, los cuales por cuestiones presupuestarias, la ONG no puede afrontar. “Mucha gente nos está llamando espontáneamente, busca por internet y ve en nosotros la posibilidad de continuar sus estudios a través de la beca, pero por una capacidad de gestión actual del programa, no podemos recibir pedidos particulares”, afirmó la coordinadora. Gracias a la colaboración de empresas, particulares, directivos de la institución y el apoyo “inigualable” de las familias de cada joven; el Grupo Puentes continúa su labor a la espera de la posibilidad de ampliar los horizontes de la educación universitaria para todos y con iguales posibilidades.

Cómo contactarse:

Grupo Puentes
(5411) 4814-2616

Callao 660, 4to. Piso - CP 1022 - Ciudad de Buenos Aires
Auno - Tercer Sector
12/05/2009

Un espacio de integración para los artistas


Por Laura Cabrera (Fuente: www.auno.org.ar)

Claroscuro es un grupo de arte que integra la experiencia de personas "convencionales" con las que tienen alguna "discapacidad", entre comillas. Para su coordinadora, Olga Falcón, todos tienen derecho a aprender y a que se respeten sus tiempos para crear.

De la fusión entre el arte y la experiencia personal nació la solidaridad en Olga Falcón, que hace 10 años fundó el grupo de artes plásticas Claroscuro, una ONG dedicada a dar libertad, estimular a las personas que la sociedad considera "discapacitadas" y a utilizar el arte como clave para unir experiencias y borrar las distancias que construyen los prejuicios. El proyecto se mantiene con la esperanza de que el espacio llegue a ser una institución para todos.

-¿Cómo fueron sus primeros pasos en el arte?
-Creo que nací con un lápiz y un pincel en la mano. Desde muy pequeña, mi pasión era garabatear en algún rincón. Algunos dicen que con la vocación uno sigue el camino, pero también uno se hace investigando, profundizando. El arte se hace desde el corazón. Es mostrar lo más profundo del ser humano. Creo que tenemos varias vidas y el arte es muy importante para cualquier individuo en cada una de ellas.
-¿Qué fue lo que la motivó a crear el taller Claroscuro?
-Cuando lo fundé consideré que tenía una asignatura pendiente, que era brindarle a esta población "diferente" la enseñanza de permitirse las cosas. Mucha gente me decía que estaba loca, cómo me iba a meter en esto. Hasta me cuestionaron el no tener formación en educación especial. Ahí sentí que el arte no tenía límites, porque trabajamos desde otro lugar, desde el interior, de las sensaciones y emociones que todos tenemos.
-¿Influyó alguna experiencia personal?
-Sí, de niña yo fui tartamuda. No me comunicaba con los chicos porque se reían. Había entrado en un nivel de autismo; sólo me comunicaba con mi mamá. Cuando entré en primer grado me ponían notas en rojo que decían "no debe conversar", porque al no poder formar una frase completa siempre me encontraban hablando. Pasados los años, comprendí por qué quise acercarme a la población con discapacidad, porque creo que esa instancia de mi vida me permitió comprender que todos necesitamos escucharnos y escuchar al otro. Esta población tiene tiempos diferentes, pero nosotros también.
-¿Qué personas integran el taller?
-Son talleres integrados, es decir, hay personas con capacidades diferentes y convencionales entre comillas, como nosotros. Y digo entre comillas porque a veces cuesta más darles formación a las personas convencionales que al resto. Suelen ser más limitados, aquellos que de repente se prohíben pintar por algunos prejuicios. Son más limitadas éstas personas que las que no son ni mejor ni peor, sino diferentes. Pero los artistas entramos en esta categoría, somos diferentes porque elaboramos la vida, vemos las cosas con otra mirada, con más alegría.
-¿Existe un cambio en la vida de los alumnos de claroscuro desde su ingreso?
-Sí, no sólo se estimula a los alumnos para que puedan pensar sino que se les da el lugar de socialización. Tienen que aprender a buscar los materiales dentro del taller, lavar los pinceles antes de irse, cambiar el agua de los potes, buscar las hojas. Es decir, no les facilitamos las cosas, no le decimos "tomá, acá está, dibujá acá, borrá acá". Se les da la libertad, la individualidad. Hay un cambio, son más libres.
-¿Cómo se sustenta Claroscuro?
-Las instituciones siempre contamos con benefactores que nos respaldan, socios que aportan una cuota mensual o personas que están becadas por el Estado. El dinero de la cuota es sólo para materiales, porque si no sería imposible para las familias sostener este estímulo. No van a poder con nosotros, vamos a luchar porque vale la pena comprometerse.
-¿Cuál fue el mayor logro que tuvieron en Claroscuro?
-Yo digo que los mayores logros siempre están por venir porque el camino de cualquier carrera o taller es el hacer continuamente. El logro es sentirnos orgullosos de estar todos con todos, pero lo máximo está por venir y hay que seguir trabajando.
-¿Cuál es el deseo que falta cumplir?
-Poder seguir sosteniéndonos. A veces tenemos que correr o buscar trabajo y venir con la ilusión de que en los cursos en vez de haber cinco alumnos haya 50. Y desear poder dedicarme sólo a esto, no tener otra actividad. Me gustaría que Claroscuro sea un gran instituto abierto y que transiten todos por allí, no sólo grupitos becados. Ese es mi sueño y, como en la vida hay que tener sueños, yo los tengo. De lo contrario, no existiría futuro.
Auno - Entrevistas 14/11/2008

La “Cruz del Sur de la Educación” define su último punto cardinal

Por Laura Cabrera (Fuente: www.auno.org.ar)

El proyecto, liderado por el pediatra Rubén Sosa, busca recolectar 50 mil libros para armar una biblioteca en una escuela de Entre Ríos. Se sumaría a las ya fundadas en Santa Cruz, San Juan y Salta para formar una cruz que atraviese el país hecha de solidaridad y literatura.
El proyecto “La Cruz del Sur de la Educación”, liderado por el pediatra e infectólogo Rubén Sosa, ya lleva recolectados 10 mil libros que serán destinados a una escuela rural de Villa Paranacito, en Entre Ríos. Esa localidad será el cuarto y último punto cardinal, y cuando la biblioteca de ese colegio esté en marcha se habrá concretado el sueño del médico de fundar cuatro que unan al país en una figura con la belleza de la literatura.
El objetivo de Sosa es juntar 50 mil libros de diversos géneros para entregar a fin de año en Villa Paranacito. Y así cumplir el fin que persigue desde hace 13 años: crear cuatro bibliotecas en la Argentina, una por cada punto cardinal.
La cruzada comenzó en una escuela de Los Antiguos, en Santa Cruz. El pediatra llegó hasta allí para recuperar la biblioteca que se había incendiado. Ya en ese lugar, y con la ayuda de un mapa y una regla, Sosa trazó una cruz que marcaba cada punto cardinal: la línea trazada fue desde el sur (lugar en donde se armó la primera biblioteca) hasta Misión la Paz, en Salta. Los puntos siguientes fueron marcados en Calingasta, San Juan y en Villa Paranacito, Entre Ríos.
Con la ayuda de los pacientes y del “boca a boca”, Misión La Paz recibió 10 mil libros, Los Antiguos 17 mil, y Calingasta 25 mil. La idea de llevar 50 mil ejemplares de todo tipo a Entre Ríos es un sueño que gracias a la gente, está cada vez más cerca de ser cumplido.
A la hora de definirse, en diálogo con AUNO-Tercer Sector, Sosa se presenta como “un servidor”. Su actividad solidaria se completa con las barrileteadas que organiza en la plaza ubicada frente al Hospital Garrahan, con un objetivo claro: remontar barriletes en comunión con pacientes y padres, difundir valores en salud, prevención y solidaridad, y utilizar el evento para continuar su cruzada de recolectar libros.
“Allí puedes llevar los libros para que el Ave Fénix vuele con sus plumas renovadas y luminosas”, se lee en las invitaciones que el mismo pediatra elabora para cada actividad, porque para él la iniciativa es sinónimo de hacer revivir la cultura y a la educación.
Más allá del gesto solidario, Sosa solicita a sus pacientes que anoten en la primera hoja de cada libro su nombre y dirección, y una dedicatoria a la escuela. Así, se pretende que los futuros lectores de esos libros establezcan una comunicación que borre las distancias.
Barriletes y libros continúan su vuelo solidario. Sosa sabe que no está solo en esta cruzada porque empezó a barrer las cenizas de Los Antiguos gracias a la gente, y de la misma forma pretende sellar por fin “la Cruz del Sur de la Educación”.


Cómo contactarse:

Consultorio del Dr. Rubén Sosa: Castelli 170 – Avellaneda
Tel: 4222-6062/ lunes a viernes de 15 a 20.
Hospital Pedro de Helizalde (ex Casa Cuna) Av. Montes de Oc
a 40 - Capital
Auno - Tercer Sector
05/05/2009